Cuando experimentas nuevos comienzos logras enfocarte y casi siempre deseamos que las cosas sucedan mejor de lo que sucedieron en el pasado.
Los nuevos comienzos son buenos, y parece que a Dios también le encantan los nuevos comienzos, Él nos da una nueva vida, una nueva perspectiva incluso desde antes de que suceda, de hecho en los tiempos difíciles es Él quien nos da una buena visión y un futuro prometedor.
Muchos de nosotros hemos cometido errores en el pasado que quisiéramos corregir, regresar el tiempo para tratar de evitarlos, pero sabemos que eso no es posible, pero también sabemos que Dios extiende su mano de misericordia hacia nosotros y nos da nuevas oportunidades para poder comenzar de nuevo.
Josué 24:14-15
Ahora pues, temed al SEÑOR y servidle con integridad y con fidelidad; quitad los dioses que vuestros padres sirvieron al otro lado del Río y en Egipto, y servid al SEÑOR.
Y si no os parece bien servir al SEÑOR, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que {estaban} al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR.
Cuando experimentas nuevos comienzos logras enfocarte y casi siempre deseamos que las cosas sucedan mejor de lo que sucedieron en el pasado.
Los nuevos comienzos son buenos, y parece que a Dios también le encantan los nuevos comienzos, Él nos da una nueva vida, una nueva perspectiva incluso desde antes de que suceda, de hecho en los tiempos difíciles es Él quien nos da una buena visión y un futuro prometedor.
Muchos de nosotros hemos cometido errores en el pasado que quisiéramos corregir, regresar el tiempo para tratar de evitarlos, pero sabemos que eso no es posible, pero también sabemos que Dios extiende su mano de misericordia hacia nosotros y nos da nuevas oportunidades para poder comenzar de nuevo.
Josué 24:14-15
Ahora pues, temed al SEÑOR y servidle con integridad y con fidelidad; quitad los dioses que vuestros padres sirvieron al otro lado del Río y en Egipto, y servid al SEÑOR.
Y si no os parece bien servir al SEÑOR, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que {estaban} al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR.