Este evento contrasta fuertemente con lo que sucede después: Judas Iscariote decide traicionar a Jesús a cambio de treinta monedas de plata. Mientras una mujer muestra su amor incondicional por Jesús con un sacrificio valioso, Judas lo vende por un precio insignificante. Este episodio nos hace reflexionar sobre nuestras propias actitudes hacia Jesús.
¿Somos como la mujer, dispuestos a darlo todo por Él, o como Judas, cediendo a la tentación cuando se nos presenta una oportunidad?
¿Eres alguien que lo honra con tus acciones y tu entrega, o permites que otras cosas ocupen su lugar en tu vida? Examina tu corazón y decide darle a Dios lo mejor de ti.