Al ver la tumba vacía, los discípulos fueron convencidos de que Jesús había resucitado y era el salvador del mundo, el hijo de Dios. Estos discípulos habían visto a Jesús hacer milagros, sanar enfermos, detener tormentas, caminar sobre el agua, pero aún no estaban seguros de la divinidad de Jesús. La muerte de Jesús había traído confusión, incertidumbre y hasta incredulidad. Pero al ver y entrar en la tumba vacía sus dudas desaparecieron y creyeron.
El Apóstol Pablo hace énfasis en el gran poder
Muchas personas viven sin esperanza en la vida porque simplemente no han entendido el poder de la resurrección.
Que levantó a Jesús de los muertos o el gran poder de la resurrección. Conocer el gran poder de la resurrección significa conocer el poder evidenciado de Dios. Es nuestro sello y la mayor evidencia de que para Dios no hay imposibles. Si Dios tiene poder para resucitar a Jesús de los muertos, tiene poder para sanar cualquier enfermedad o resolver cualquier problema. Cuando tú entiendes el poder de la resurrección, vives una vida sin miedos ni temores. Porque sabes que no hay gigante que sea muy grande, muralla que sea muy alta o tormenta que sea muy fuerte para Dios.
La resurrección nos llena de esperanza. Yo tengo la esperanza que cuando muera, voy a resucitar, porque Jesús resucitó primero. Muchas personas viven sin esperanza en la vida porque simplemente no han entendido el poder de la resurrección.
Muchas personas viven vidas desenfrenadas porque creen que cuando se acabe esta vida, se acabó todo. Pero para nosotros los que creemos en Jesús y creemos en el poder de la resurrección, tenemos la esperanza de que vamos a pasar de vida a mejor vida, vamos a pasar de vida a más vida.
Jesús le dijo entonces: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;”
San Juan 11:25