(Mateo 9:36 NTV).
ReflexiónEn este texto,
el Maestro nos deja un ejemplo profundamente contracultural de liderazgo.
Donde otros ven “multitudes, él ve personas.
Pero más allá: donde otros podían ver una interrupción, Él veía una oportunidad para amar. Es inspirador ver que frente a las personas, no sintió ni indiferencia ni impaciencia, más bien sintió compasión.
Liderar, para Jesús, siempre fue cuidar, proveer o proteger a aquellos que experimentaran cualquier tipo de desamparo o confusión.
En una época donde el liderazgo muchas veces se mide por logros, resultados o influencia, Jesús nos recuerda que el corazón del líder está en ver a las personas no como recursos, sino como ovejas que necesitan dirección, alimento, descanso y compañía.
Fijate en la imagen que usa Mateo: 'Como ovejas sin pastor'.
Es una metáfora fuerte. Una oveja sin pastor no solo está perdida; está en peligro.
No sabe dónde ir, no sabe qué hacer, no distingue bien el camino. Necesita guía, pero también necesita sentir que alguien la ve. Esa es la necesidad que Jesús identificó, y por la que su corazón se conmovió.
No cuando ya no pueden más, sino cuando aún pueden, incluso antes de que muestren señales.
Cuidar es mucho más que contener en momentos de crisis, y claro que eso es importante.
Pero cuidar también es anticiparse, prevenir, ajustar el ritmo. Cuidar es estar atento, leer las señales, priorizar el bienestar antes que la eficiencia. Porque cuando las personas están bien, dan lo mejor.
Nos preocupamos por la planificación, por cumplir objetivos, por alcanzar metas… y todo eso es válido. Pero si lo hacemos sin ver a las personas, estamos fallando en lo esencial. Porque un liderazgo que no cuida, no es un liderazgo como el de Jesús.
Oración:Jesús, quiero liderar como tú.
Que no me gane el apuro, la agenda ni el resultado.
Que mi corazón se parezca al tuyo, atento a los que están confundidos, cansados o desorientados. Enséñame a cuidar como tú cuidas.
Amén.