El que reanima a otros será reanimado.
La gente maldice al que acapara el trigo, pero colma de bendiciones al que gustoso lo vende.
El que madruga para el bien halla buena voluntad; el que anda tras el mal por el mal será alcanzado.
El que confía en sus riquezas se marchita, pero el justo se renueva como el follaje.
El que perturba su casa no hereda más que el viento y el necio termina sirviendo al sabio.
El fruto del justo es árbol de vida; y el sabio salva vidas.
Si los justos reciben su pago aquí en la tierra, ¡cuánto más los impíos y los pecadores!”