Sin duda alguna creo que unas de las razones por las que el nombre de Jesús puede llegar a incomodar a la gente, es porque estos líderes religiosos no afirmaron ser Dios y Jesús sí.
Las personas que rodearon la vida pública de Jesús nos les llevó mucho tiempo en darse cuenta de que el joven carpintero de Nazaret realmente era el Hijo de Dios; es decir, era Dios envuelto en nuestra piel.Afirmaciones como: 'El Padre y yo somos uno.
Una vez más los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús les dijo: —Yo les he mostrado muchas buenas obras que proceden del Padre.
¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?' (Jn. 10:30-32).
Lo enmarcaban y a la vez lo diferenciaban, de algo más allá de ser un profeta o maestro más de la Ley de Moisés.Jesús afirmó que era Dios, y se reclamó para sí el poder de perdonar pecados, algo que los judíos sabían que solo podía hacer Dios.Ahora, lo anterior, nos permite centrarnos en el corazón de nuestro plan devocional.
La pregunta sobre quién es Jesús ha sido el tema central en la historia y la teología cristiana.
Y la repuesta que tú le des a esta pregunta al hacerla tuya, marcará de forma significativa lo que pasará contigo para el resto de tu vida.