REFLEXIONES

  • Tres niveles de grandeza
    Las revistas y nuestras pantallas de televisión están llenas de historias de los ricos, los fuertes y los atractivos. Nuestra cultura pone todas esas cosas en un pedestal y muchos de nosotros aspiramos a conseguirlas. No hay nada de malo en estas cosas, pero no lo son todo. 

    El filósofo francés Blaise Pascal habló de tres niveles de grandeza. 

    En la primera categoría, denominada la de la «grandeza física» superficial, se encuentran las riquezas, la fuerza y la belleza.Le sigue una segunda grandeza más alta. Es la de los genios, la ciencia y el arte. 

    La grandeza del arte de Miguel Ángel, la música de Bach o la brillantez de Albert Einstein, están muy por encima de la grandeza física. 

    Pero, de acuerdo con Pascal, hay un tercer tipo de grandeza, que está en el orden de la santidad (hay una diferencia cualitativa infinita entre la segunda y la tercera categoría). 

    El hecho de que una persona sea fuerte o débil, rica o pobre, altamente inteligente o analfabeta, no suma ni resta nada porque la grandeza de esa persona está en un plano diferente y casi infinitamente superior. Es un nivel que podemos alcanzar cualquiera, el de ser grande en el orden de la santidad. 

    La palabra «santo» (santificado, santísimo, santidad) aparece más de 500 veces en la Biblia. Dios es santo. Él te da Su Espíritu Santo para santificarte y estás llamado a compartir Su santidad. 

    La palabra «santos» significa «los benditos». En el Nuevo Testamento se aplica a todos los cristianos. Tú estás llamado «a ser santo» (1 Corintios 1:2). La santidad es un don que recibes cuando pones tu confianza en Jesús, y recibes su santidad y el don del Espíritu Santo. 

    Procura vivir una vida santa en respuesta agradecida al don de Dios por medio de la imitación de Jesús en el poder del Espíritu Santo.

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Tres niveles de grandeza
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El filósofo francés Blaise Pascal habló de tres niveles de grandeza. 

En la primera categoría, denominada la de la «grandeza física» superficial, se encuentran las riquezas, la fuerza y la belleza.Le sigue una segunda grandeza más alta. Es la de los genios, la ciencia y el arte. 

La grandeza del arte de Miguel Ángel, la música de Bach o la brillantez de Albert Einstein, están muy por encima de la grandeza física. 

Pero, de acuerdo con Pascal, hay un tercer tipo de grandeza, que está en el orden de la santidad (hay una diferencia cualitativa infinita entre la segunda y la tercera categoría). 

El hecho de que una persona sea fuerte o débil, rica o pobre, altamente inteligente o analfabeta, no suma ni resta nada porque la grandeza de esa persona está en un plano diferente y casi infinitamente superior. Es un nivel que podemos alcanzar cualquiera, el de ser grande en el orden de la santidad. 

La palabra «santo» (santificado, santísimo, santidad) aparece más de 500 veces en la Biblia. Dios es santo. Él te da Su Espíritu Santo para santificarte y estás llamado a compartir Su santidad. 

La palabra «santos» significa «los benditos». En el Nuevo Testamento se aplica a todos los cristianos. Tú estás llamado «a ser santo» (1 Corintios 1:2). La santidad es un don que recibes cuando pones tu confianza en Jesús, y recibes su santidad y el don del Espíritu Santo. 

Procura vivir una vida santa en respuesta agradecida al don de Dios por medio de la imitación de Jesús en el poder del Espíritu Santo.

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El Paralítico de Betesda | Juan 5:1-18 | Reina Valera 1960
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